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Tetraplejia a los 22 años: “Mis sueños cambiaron”

Tetraplejia a los 22 años: “Mis sueños cambiaron”

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Constanza, una joven de 22 años, se encontraba en La Serena participando en un encuentro de la iglesia evangélica a la que pertenece, cuando un hecho totalmente fortuito cambió el rumbo de su historia.

 

Se estaba preparando para una actividad, se sentó en un lugar con un poco de sombra y, de repente, se desprendió un poste de la malla de vóleibol y le cayó encima. No alcanzó a sentir nada… Cuando despertó comenzó a escuchar llantos y oraciones, pero estaba tranquila.

 

Su diagnóstico fue tetraplejia nivel C5, es decir, puede mover las extremidades superiores, pero con las manos no puede hacer movimientos finos ni que impliquen mover los dedos en forma independiente. De las manos hacia abajo no tiene movimientos voluntarios.

 

En estos casos es fundamental empatizar con la situación de la paciente y trabajar juntos por una recuperación integral, a través de un equipo multidisciplinario con psicóloga, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales y fonoaudióloga.

 

“Llama la atención su fortaleza, su buen ánimo y cooperación. En su proceso de rehabilitación asistía al gimnasio dos veces al día, donde le movilizaban las piernas, estimulaban el control del tronco en posición sentada, realizaban elongaciones de sus extremidades, estimulaban la funcionalidad de sus extremidades superiores y realizaban masajes a su musculatura tensa, entre otras acciones. Hoy continúa su recuperación en otro centro”, explica la Dra. Francisca Paravic, fisiatra de Clínica INDISA, quien coordinaba sus terapias de rehabilitación.

 

Su pololo iba a visitarla todos los días, sin excepción. Juntos veían películas, leían la biblia, cantaban canciones románticas y, en ocasiones, él le daba la comida.

 

Constanza estaba en su último año de actuación teatral y anhelaba hacerle clases de teatro a los niños. Ahora sus sueños cambiaron y quiere predicar sobre su testimonio y sobre Jesús.

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