Traumatología de Codo

Se trata de un dolor o inflamación en la parte externa del brazo, muy cerca de la zona del codo, especialmente cuando se extiende el músculo o se mueven los dedos, ejerciendo una pequeña presión en el tendón. Entre sus causas, se encuentra la realización de ciertos deportes como tenis o padel (de ahí su nombre) o incluso, por el uso excesivo del computador.

Sus síntomas son dolor al sujetar objetos, debilidad en el antebrazo y/o un agarre con poca fuerza, por esto mismo, sus tratamientos son de tipo ambulatorio, es decir, reposo, inmovilidad, hielo local, ejercicios de estiramiento y en casos extremos, infiltración.

Consiste en una enfermedad degenerativa de esta articulación, a causa de la pérdida del cartílago que lo recubre al hueso y a un endurecimiento de este mismo. y un endurecimiento óseo. La razón por la que sucede es por el desgaste natural de la zona, ejercicio físico excesivo, traumatismos entre otras lesiones más específicas.

Entre sus síntomas, podemos distinguir el dolor en la articulación, inmovilidad o rigidez e inflamación de la zona, pero, en muchos casos, esta condición puede ser en un principio, asintomática, por lo que los exámenes de control y de imágenes son claves para detectarla a tiempo.

Los tratamientos para esta condición son variados, pueden ir desde sintomáticos hasta quirúrgicos, incluyendo extirpación de osteofitos, liberación de la cápsula, limpieza o procedimientos más complejos como prótesis de codo, artrólisis con artroplastia, entre otras.

Es una condición poco común que afecta a hombres y mujeres por igual, el cual produce dolor en la zona interna del codo, (la región del extremo distal del húmero) el cual es causado por el sobreuso, desgaste de tendones y estrés muscular de la zona encargada de flectar la muñeca y los dedos, movimiento muy frecuente en los jugadores de golf cuando la técnica no es la adecuada. Otros deportes que también podrían ser diagnosticados con epitrocleitis son: remo, lanzamiento y similares.

El tratamiento para el codo de golfista consiste en medicación antiinflamatoria, kinesioterapia y compresas frías locales durante 3 a 6 semanas, las cuales buscan aliviar el dolor, reducir la inflamación y reintegra al paciente a su vida cotidiana. Si estos métodos no funcionan, entonces se considerarán tratamientos más complejos como procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos como la artroscópica, plaquetas, toxina botulínica o terapia de láser de baja intensidad.