Traumatología de Tobillo y Pie: La base de nuestra movilidad

Es una lesión muy común que compromete la región más distal (es decir, la más lejana, también llamada maleólo) de la fíbula, hueso que antiguamente era llamado peroné, y en ocasiones lesiona por arrancamiento el maléolo de la tibia. Una vez producido el movimiento del tobillo, este se queda sin movimiento, al igual que incapacidad de apoyar el peso del cuerpo, produciendo un aumento de volumen, siendo estos sus principales síntomas. Una vez confirmado el diagnóstico con radiografías, el traumatólogo decidirá el mejor tratamiento, el cual puede ser solo con inmovilización, sin carga de peso por el menos un mes, o con cirugía de osteosíntesis, la que vuelve los huesos a su forma original.

Dentro de las lesiones agudas, es probablemente la más común. Consiste en una rotura de alguno de los ligamentos que unen la fíbula o tibia con los huesos del pie, producto de un movimiento brusco y no controlado de la extremidad. Según su gravedad puede generar sólo un dolor moderado grado 1, un aumento de volumen y dolor local grado 2 o una gran inestabilidad al tratar de apoyar el pie el cual ya se considera grado 3. El tratamiento dependerá del grado del esguince, el cual se resume en el protocolo de PRICE (Protección, Reposo, Hielo, Compresión y Elevación) por la cantidad de días que el traumatólogo determine. Su evolución suele ser favorable, aunque en casos de esguinces de grado 2 y 3, se requiere tratamiento kinésico para no dejar secuelas.

Consiste en una lesión por sobrecarga del tendón de Aquiles, el cual es un cordón fibroso fácilmente palpable en la parte posterior del pie y la pierna, que une el calcáneo (talón) con un músculo ubicado en la parte posterior de la pierna, llamado gastrocnemio, (tríceps, o gemelos). Este tendón suele lesionarse por sobre carga, como en deportistas que realizan deportes o actividades con alta exigencia de este músculo, como montañismo, levantamiento de pesas, gimnasia, salto alto, danza clásica; aunque también puede afectar a personas que no hacen estas actividades, por el uso inadecuado de tacos. Existen múltiples opciones de tratamiento, como fármacos (orales o infiltración local), reposo relativo, estiramiento muscular, vendaje funcional (taping) y otras modalidades de tratamiento de kinesiología.

También conocidos como Hallux Valgus, los juanetes son una deformidad que afecta comúnmente al dedo gordo del pie. Esta condición provoca una prominencia en la cabeza del hueso del metatarsiano, resultando en un ángulo incómodo y una protuberancia lateral que puede irritar la piel circundante. Causas multifactoriales: Genética y estilo de vida. Las causas de los juanetes son diversas y, a menudo, combinan factores hereditarios y de estilo de vida. La predisposición genética puede llevar al crecimiento de hueso extra y acumulación de líquido en la zona. Además, el uso de calzado inadecuado, especialmente zapatos estrechos y con tacones altos (superiores a 4 cm), contribuye significativamente al desarrollo de esta deformidad. Otros factores de riesgo incluyen condiciones como reumatismo, pie plano y artritis. Tratamiento personalizado: Desde plantillas hasta cirugía. El abordaje terapéutico de los juanetes es altamente individualizado. Si la condición no es dolorosa y no afecta la capacidad para caminar, el tratamiento puede ser conservador, incluyendo la revisión del calzado, el uso de plantillas ortopédicas y controles periódicos. Sin embargo, en casos más severos, existen más de 200 tipos de procedimientos quirúrgicos disponibles para corregir esta patología. Algunas de las opciones incluyen cirugías ambulatorias como la cirugía percutánea, que ofrece una recuperación más rápida y menos dolorosa.